El termostato es un sensor que regula la temperatura dentro de la nevera. Si está defectuoso, la nevera no puede alcanzar la temperatura indicada.
El compresor es el corazón del sistema de refrigeración. Si el compresor falla o se detiene, la nevera dejará de enfriar de inmediato.
Las juntas de la puerta sellan la nevera y evitan que entre aire caliente. Si están desgastadas o dañadas, la nevera no se podrá enfriar correctamente y se formará escarcha.